Siempre he sido una doula de corazón. Es algo que nació en mí, a la par de la
maternidad. Apoyar a quien bien quiere recibir mi apoyo, está en mi ADN. Con palabras, gestos,
o con mi silencio, solo marcando mi presencia, hasta que la otra persona decida emitir la primera
palabra.
Para esto, me certifiqué como doula. Para ser más exacta, me certifiqué para "Brindar acompañamiento
como doula a la mujer embarazada durante el nacimiento y el puerperio"
Donde y como sea que decidas dar a luz, tu experiencia impactará tus emociones, tu mente, tu cuerpo y tu espíritu por el resto de tu vida.
Muchos estudios muestran que el apoyo continuo beneficia a las mujeres en trabajo de parto, especialmente cuando el apoyo comienza en las primeras etapas del parto y lo brinda alguien cuya única función es brindarlo.
Debería permitirse y alentar a todas las mujeres a traer a un ser querido, un amigo o una doula a su parto, sin barreras económicas o culturales.